Este proceso de germinación aumenta el contenido de ciertos nutrientes y puede tener varios beneficios para la salud. Algunos de estos beneficios incluyen:
- Mayor contenido nutricional: , minerales y antioxidantes en los granos. Por ejemplo, la germinación puede aumentar la vitamina C y la vitamina K, así como la actividad de enzimas digestivas y antioxidantes.
- Mejor digestibilidad: La germinación también puede reducir los antinutrientes presentes en los granos, como el ácido fítico y los inhibidores de enzimas, lo que puede mejorar la digestibilidad y la absorción de nutrientes.
- Mayor biodisponibilidad de nutrientes: Los nutrientes presentes en los granos germinados pueden estar en formas más biodisponibles, lo que significa que el cuerpo puede absorber y utilizar estos nutrientes de manera más eficiente.
- Menor contenido de alérgenos: Algunas personas pueden tener alergias o sensibilidades a ciertos granos, pero la germinación puede reducir el contenido de alérgenos, lo que hace que los brotes sean una opción más segura para aquellos con sensibilidades alimentarias.
- Potencial para mejorar la salud cardiovascular: Algunos estudios sugieren que los brotes pueden tener efectos beneficiosos para la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) y mejorar la salud de los vasos sanguíneos debido a su contenido de antioxidantes y compuestos bioactivos.
- Ayuda a la pérdida de peso: Los brotes son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que puede ayudar a aumentar la saciedad y controlar el apetito, lo que potencialmente puede contribuir a la pérdida de peso cuando se incluyen como parte de una dieta equilibrada.